Optimización del embalaje en la logística de la carga

Muchas empresas envían diariamente todo tipo de artículos en cajas individuales o combinadas y colocadas sobre palets. Se trata tanto de productos fabricados, manipulados o comercializados por las empresas de comercio electrónico (e-commerce). Las mercancías se envían principalmente a través de servicios exprés o de agencias de transporte en general. Para reducir los costes de embalaje, proteger el medio ambiente y seguir siendo competitivos, los procesos relacionados con el embalaje en la empresa deben diseñarse y optimizarse de forma eficiente.  

La optimización tiene en cuenta, entre otras cosas, el diseño y la manipulación de los embalajes, el grado de utilización del volumen y el espacio, la variedad de embalajes y las existencias, los requisitos de calidad, el material de los embalajes y la evaluación del ciclo de vida (sistema unidireccional o reutilizable). A menudo, la utilización del volumen de los distintos tipos de embalajes, así como la utilización de los palets es muy baja. Es en estos casos donde se puede conseguir un gran ahorro de costes en la empresa.  

Otros enfoques de optimización incluyen limitar la variedad de embalajes (estandarización), elegir una impresión uniforme de los mismos, la agrupación de las cantidades de los pedidos, elegir máquinas de embalado/envasado eficientes, dimensionar adecuadamente los puestos de picking y la gestión coherente de los artículos en todos los centros (introduciendo un sistema de gestión de almacenes). Como puede verse, la optimización de los procesos empresariales relacionados con el proceso de embalaje y la optimización de los propios embalajes es un asunto complejo y global. 

A diferencia del transporte directo, las mercancías gestionadas a través de una red de servicios exprés o de agencias de transporte en general, se manipulan varias veces. Por regla general, hay un recorrido previo desde el expedidor hasta el centro de recepción del transportista. Allí, los diferentes envíos se consolidan para optimizar las rutas hasta su entrega en el destino final. En el centro de entrega, las mercancías se distribuyen entre los camiones de transporte para su entrega a los clientes. Esto significa que las mercancías enviadas se manipulan al menos dos veces. La “carga general” se define como toda mercancía hasta una longitud de 2,40 m, que es la anchura interna mínima de un camión. Sin embargo, todo lo que supere la dimensión estándar de un Europalet se considera crítico. Muchas redes y asociaciones de transportistas utilizan la carga de doble piso de los camiones para el tramo principal con el fin de poder optimizarlos en cuanto al volumen disponible. Por regla general, los camiones se cargan y descargan exclusivamente por la parte trasera. Las empresas de transporte que utilizan exclusivamente la carga y descarga lateral son muy poco habituales. 

Para permitir una manipulación fluida de los envíos de mercancías estándar en un centro de expedición, las mercancías deben embalarse en palets de 4 vías entradas. En este caso, son habituales los Europalets o palets industriales, pero también los palets de un solo uso de estas dimensiones. Debido a sus dimensiones modulares, estos palets encajan perfectamente en un camión y pueden cargarse en cualquier posición. 

Las mercancías sueltas no paletizadas (por ejemplo, paquetes o cajas individuales), así como los productos voluminosos (mercancías largas, productos planos) provocan interrupciones en los procesos y a menudo también daños. Los palets deben cargarse y embalarse de manera que tengan una forma cúbica lo más lisa posible. Para garantizar su correcta disposición dentro del camión, el embalaje debe ser suficientemente estable. Se distingue entre embalaje de venta, embalaje de producto y embalaje de transporte.  

Mientras que el embalaje del producto está destinado a proteger el propio producto y el embalaje de venta pretende que el producto sea atractivo para el comprador, la tarea principal del embalaje de transporte es proteger al propio producto y al embalaje de venta. El material de embalaje más común para el embalaje de transporte es el cartón ondulado. Sin embargo, a menudo los productos también se retractilan como una unidad de embalaje, se embalan a modo de expositor, o bien en un contenedor o caja de cartón. Dependiendo de la aplicación, también se utiliza la madera como embalaje de transporte. El acero se utiliza muy raramente como material de embalaje para el transporte de mercancías estándar. 

En primer lugar, la estabilidad de los materiales individuales y del propio embalaje, así como su peso, son de gran importancia, especialmente si nos referimos a embalajes para el transporte. Además, los costes de los materiales, los costes de manipulación de los embalajes y los costes de eliminación (sistema dual, punto verde) desempeñan un papel importante. Por regla general, los embalajes de transporte se diseñan para que sean desechables. Esto da mala imagen, especialmente con los embalajes de plástico. La situación es muy diferente con los embalajes reutilizables: en este caso, el plástico (reciclado) es el material preferido. 

Hay una gran variedad de opciones de optimización en el campo de la tecnología de los embalajes. Los embalajes reutilizables se prestan a “relaciones de transporte bilaterales regulares”. Por ejemplo, se puede organizar un servicio de transporte entre el remitente y el destinatario. Si se reduce el volumen de los embalajes retornables (por ejemplo, mediante el plegado o la anidación), se puede optimizar el proceso y hacerlo más eficiente. Si se deben utilizar embalajes desechables, se puede optimizar su diseño. Por ejemplo, el embalaje puede diseñarse de forma que la mercancía embalada colabore también para dar rigidez al conjunto. El diseño del embalaje debe hacerse de forma que se garantice una función de protección mínima pero suficiente. 

El embalaje debe adaptarse a los productos a enviar y a los propios soportes para desplazar las cargas que vayamos a utilizar, como por ejemplo los Europalets. De esta manera reducimos la necesidad de añadir material de relleno. El plástico de burbujas debe utilizarse para embalar artículos ligeramente frágiles (para amortiguar), para el aislamiento o bien para el relleno de huecos. La fijación de la mercancía con film estirable en soportes de cartón ondulado o cajas de cartón permite ahorrar gran cantidad de material de relleno y otros tipos diferentes de embalajes especiales. Además, se reduce la variedad de embalajes. Las cajas de cartón también pueden envolverse con film estirable o retráctil y fijarse en un palet. 

No siempre se puede aprovechar todo el potencial de optimización mejorando la logística y los procesos de embalaje. A veces no existen soluciones de embalaje estándar en el mercado, en cuyo caso se debería encargar a un proveedor de servicios de embalaje la creación y desarrollo de embalajes a medida. 

En este punto es importante adoptar una visión holística de la cadena de transporte en función de la sensibilidad de la mercancía. Surgen muchas preguntas:  

• ¿Qué estabilidad debe tener el embalaje de transporte?  

• ¿Qué materiales deben utilizarse y dónde se puede ahorrar? 

• ¿Cómo se puede optimizar el embalaje?  

• ¿Debe diseñarse el embalaje de forma especial?  

• ¿Dónde y cómo se pueden optimizar los procesos?  

• ¿Merece la pena adquirir máquinas de embalaje (por ejemplo, enfardadoras)?  

• ¿Cómo y a través de qué red deben enviarse las mercancías?  

• ¿Qué medios de soporte para desplazar las cargas deben utilizarse (Europalets, palets de un solo uso, etc.)?  

• Y por último, pero no menos importante: ¿Merece la pena la inversión? 

ROI = Retorno - Inversión/Inversión 

Retorno = Aumento de los ingresos + Reducción de los costes 

Inversiones = Tiempo, recursos, personas, máquinas 

Si las inversiones son superiores al aumento de ingresos más la reducción de costes, el resultado es un ROI negativo. Por lo tanto, las inversiones en tiempo, recursos, materiales, personas y máquinas deben ser consideradas y calculadas cuidadosamente.