La modernización de los almacenes: hacia el futuro con la readaptación
No solo las personas envejecen, también lo hace la logística, la intralogística, los almacenes y la tecnología de almacenamiento asociada a estos. La tecnología de los almacenes no solo se desgasta, sino que, de forma natural, se queda anticuada y ya no puede cumplir los correspondientes requisitos modernos, por ejemplo, en cuanto a la velocidad de manipulación. A menudo, se espera demasiado tiempo antes de llevar a cabo un reequipamiento por razones de comodidad o coste. Sin embargo, la disponibilidad del almacén o de la tecnología para el almacén va disminuyendo con el tiempo debido a los fallos, y, asimismo, los costes del sistema aumentan de forma desproporcionada.
Por tanto, hay que planificar la modernización o reacondicionamiento con tiempo, es decir, con cierta antelación al vencimiento de la vida útil del sistema o de los componentes individuales.
¿En qué consiste la modernización?
Por regla general, el entorno comercial de una empresa cambia con el tiempo. Los cambios en los mercados, los productos y las necesidades de los clientes hacen que una instalación original deje de estar actualizada al cabo de unos años. La modernización („retrofit“ en inglés) ofrece la oportunidad de readaptar los sistemas intralogísticos a los nuevos requisitos y hacerlos más eficaces y fiables. Por lo general, esto significa que la estructura básica de un almacén sigue siendo la misma (zonas de almacenamiento, disposición, sistemas de transporte y almacenamiento), pero mediante el reacondicionamiento de los componentes individuales, se pueden lograr nuevos procesos organizativos, un mayor rendimiento y una mayor disponibilidad del sistema.
El „retrofit“ es, por tanto, el reacondicionamiento y la modernización de sistemas antiguos, principalmente automatizados (intralogística y logística). En ocasiones, muchos de los componentes electrónicos, pero también mecánicos, de un sistema de este tipo alcanzan su vida útil, y si los fabricantes dejan de fabricar estos sistemas ya no hay piezas de repuesto disponibles. Por este motivo, existe el riesgo de que los sistemas ya no puedan ser mantenidos y fallen definitivamente. Mientras que los componentes mecánicos o estáticos y la estructura de acero a menudo no han llegado al final de su vida útil, suele ocurrir lo contrario con los sistemas dinámicos, de control y de tecnología de la información.
¿Qué áreas abarca la modernización?
La modernización puede abarcar todo el almacén o solo áreas específicas. Las empresas suelen modernizar los procesos de preparación de pedidos (por ejemplo, la introducción de la preparación de pedidos por voz), el almacenamiento y la recuperación de mercancías, así como la informática o el software.
Asimismo, el seguimiento de las mercancías, la coordinación y el cross-docking pueden precisar también de readaptaciones o ajustes. Por supuesto, las instalaciones, los componentes y los procesos deben modernizarse de acuerdo con los requisitos actuales para lograr una seguridad suficiente y una productividad óptima.
A veces, esta readaptación de los almacenes puede incluso llegar a evitar la construcción de nuevos edificios o la ampliación de otras capacidades de almacenamiento si las antiguas instalaciones ofrecen suficiente potencial de optimización. En este tipo de medidas de modernización, la atención suele centrarse en el hardware de control, los sistemas de accionamiento y la tecnología de sensores, o en el software, por ejemplo, de las máquinas de almacenamiento y recuperación.
¿Qué preguntas deben hacerse las empresas antes de emprender una readaptación?
Estas son algunas de las preguntas importantes que debe hacerse un empresario:
- ¿Mi almacén o mi tecnología de almacenamiento sigue rindiendo como debería en términos de índice de rotación, utilización del espacio del almacén, costes de almacenamiento, productividad, etc.?
- Uno de los ratios más importantes para evaluar el rendimiento es la productividad. Este describe la relación entre el rendimiento y el efecto conseguido, por ejemplo, la relación entre las horas trabajadas y el número de piezas recogidas. Esto ofrece datos valiosos sobre el rendimiento tanto del preparador como del sistema de preparación de pedidos.
- ¿Los procesos de almacén siguen cumpliendo con los requisitos actuales de velocidad, logística omnicanal, comercio electrónico y pedidos de pequeño tamaño? Debido al rápido desarrollo del comercio electrónico, el nivel de exigencia de los procesos de picking y de los almacenes, por ejemplo, aumenta constantemente.
- Esto también plantea rápidamente la cuestión de si el sistema de gestión de almacenes, la organización del almacén y el software siguen siendo "de última generación".
- ¿Siguen estando disponibles todas las piezas de recambio para la tecnología de los almacenes, por ejemplo, para la tecnología de los transportadores, los transelevadores, las carretillas industriales, etc., o es necesario modernizarlas? ¿Cuál es el nivel de los costes de mantenimiento y reparación? ¿Los costes de adquisición de piezas y de mantenimiento/reparación siguen estando dentro de los límites?
- ¿Tiene sentido el uso de vehículos de guiado automático (AGV)?
¿Nuevo rodamiento por poco dinero?
Por supuesto, la modernización no da lugar a un nuevo almacén, pero lo pone al día y también prolonga su vida útil. El proyecto implica una cierta inversión, tener claro y en detalle el concepto y una planificación preliminar. Hay que coordinar los nuevos componentes con los restantes. También hay que tener en cuenta que los componentes restantes no se vean sobrecargados por el rendimiento de los nuevos y luego fallen.
Ventajas y desventajas de una readaptación
Las ventajas de la readaptación o „retrofit“ son los menores costes de planificación y ejecución en comparación con una nueva compra o una nueva construcción. También se reduce el riesgo o la probabilidad de que se produzcan fallos en comparación con la nueva instalación completa de un almacén. La modernización no consume recursos y los empleados pueden seguir trabajando en las antiguas estructuras en la medida de lo posible.
Sin embargo, es esencial que la reconversión se lleve a cabo durante el propio funcionamiento u operativa del almacén. Algunos componentes antiguos permanecen en el sistema y también pueden fallar con más frecuencia en el futuro. Otra desventaja es que no es posible adaptarse completamente a cualquier cambio en las condiciones generales.
El reequipamiento de un almacén es una tarea que debe considerarse en detalle y planificarse a largo plazo. La aplicación de las medidas durante el funcionamiento en curso también debe planificarse detalladamente para que la operativa del almacén no se vea perturbada o incluso interrumpida.