¿Cuándo tiene sentido un almacén de consignación?

Como el plazo de entrega para el cliente final y el compromiso de capital para el empresario se reducen en gran medida, un almacén de consignación puede ser una alternativa interesante para el aprovisionamiento de materiales.

Todo empresario debe encontrar soluciones para aumentar, a un tiempo, la satisfacción del cliente y las ventas, mientras ahorra costes y minimiza el capital inmovilizado. Un almacén de consignación puede ser un factor de peso en la planificación del éxito de una empresa.

Así pues, ¿qué es exactamente un stock en consignación? Un almacén de consignación es un almacén de productos acabados o piezas que un proveedor (expedidor) establece en las inmediaciones o incluso en los locales de un cliente con el fin de garantizarle una entrega rápida, especialmente en el caso de piezas que se necesitan con urgencia o con frecuencia (artículos de alta rotación, vendedores). Es importante que el proveedor siga siendo el propietario legal de las mercancías hasta que el cliente las retire del almacén. La retirada pone en marcha simultáneamente el procedimiento de compra y la transferencia de la propiedad al cliente, a menos que exista una reserva de propiedad, por ejemplo, "hasta el pago completo" por parte del proveedor.

Ventajas de un almacén de consignación

Una de las ventajas decisivas es que la mercancía está siempre a mano y el tiempo de entrega al el cliente final se reduce considerablemente. Como consecuencia, aumenta la satisfacción de los clientes finales. A menudo, la entrega rápida es también un argumento de venta que se puede utilizar para incrementar las ventas. Al mismo tiempo, el expedidor ahorra los costes de inversión de su propio almacén, incluido el sistema de estanterías. Además, el proveedor es responsable de la gestión del inventario y de assegurar la calidad de los productos. Si, por ejemplo, se producen cambios en el diseño o en los aspectos técnicos, el proveedor deberá sustituir las partes o piezas afectadas a su cargo. Lo mismo sucede con aquellos artículos con fecha de caducidad (por ejemplo, productos alimenticios). Si se excede la fecha de caducidad, el proveedor también debe reemplazar las mercancías afectadas. Por supuesto, tanto el proveedor como el expedidor deben tener acceso a los datos del sistema de gestión de almacenes o del sistema ERP. Para el expedidor, este tipo de aprovisionamiento de piezas es muy fácil de calcular en términos de costes.

Desventajas de un almacén de consignación

Una desventaja para el cliente, que a su vez es una ventaja para el proveedor, es la lealtad creada por el almacén de consignación. Dado que el contrato de suministro se cierra por un período de tiempo considerable, el cliente no puede simplemente cambiar a otro proveedor que, por ejemplo, ofrezca un precio más bajo o una mejor calidad. Por lo tanto, es posible que haya que asumir incrementos de precios. En este caso, existe una desventaja addicional si el expedidor no puede comparar y negociar constantemente el precio de otros proveedores debido al acuerdo con el expedidor.

Además, el cliente también proporciona un control total sobre las existencias de piezas; en otras palabras, debe poder confiar plenamente en el proveedor. El proveedor utiliza sus propios empleados o software en las instalaciones del cliente para garantizar que las piezas o productos se vuelvan a pedir. El pedido se realiza cuando se alcanza una cantidad mínima determinada. Por supuesto, es importante que todas las referencias se capturen correctamente durante la selección, por ejemplo, escaneando los códigos de barras o leyendo las etiquetas RFID. Desde el punto de vista del proveïdor, una desventaja es el mayor compromiso de capital, especialmente si opera varios almacenes de consignación para diferentes clientes.

Aplicaciones y características especiales

Una aplicación habitual es la consignación de consumibles o piezas de recambio. A menudo son componentes que se necesitan con frecuencia, así como materiales auxiliares o de operación comunes ("piezas C"). Asimismo, tiene sentido para piezas particularmente caras con necesidades fluctuantes, ya que el riesgo de caducidad recae en el destinatario. Si el domicilio social del proveedor y del expedidor se encuentra en países diferentes dentro de la UE, es posible que deban observarse normas fiscales diferentes (por ejemplo, el IVA). Si el domicilio social del cliente se encuentra en un tercer país fuera de la UE, los requisitos aduaneros adicionales pueden influir en la entrega.

Situación especial: Centro Logístico de Proveedores (LLZ)

Los grandes clientes que necesitan muchas piezas individuales, que a su vez han de ser entregadas por varios consignatarios, a menudo establecen un LLZ. Piense, por ejemplo, en un fabricante de vehículos que alberga áreas separadas para cada envío en una misma nave. Cada proveedor es responsable de la gestión del inventario y del control de calidad de la zona de almacén respectiva y de sus piezas (ruedas, componentes electrónicos, etc.), tal y como se ha descrito anteriormente. Esto permite al fabricante concentrarse únicamente en la producción de los vehículos.

Alternativas al stock de consignación

Los métodos Kaizen, como la entrega Just-In-Time (JIT) de componentes, Kanban, etc., pueden reducir el almacenamiento al mínimo. Sin embargo, existe un alto riesgo de tiempos de inactividad en la producción con las entregas JIT. El principio Kanban es un control de producción descentralizado que conduce a un almacenamiento reducido y una logística JIT. La producción envía una señal a etapas de producción previas de que se necesitan nuevos componentes. Por ejemplo, un contenedor vacío con una tarjeta de pedido para un componente específico se envía al “almacén lean” y se adjunta un contenedor completo con aquel. Ahora, el almacén de piezas sabe que este artículo debe pedirse de nuevo en una cantidad determinada y envía este pedido de compra al origen (el proveedor). El cliente cumplimenta el pedido y entrega la cantidad necesaria del componente correspondiente al “almacén lean”. Por lo tanto, la tarjeta kanban sirve como una tarjeta de pedido para la producción, lo que desencadena una orden de producción específica o una repetición de pedido que se ejecuta desde la producción hasta el origen.

Con el inventario gestionado por el proveedor (VMI), el vendedor del artículo o el fabricante administran el almacén del cliente. Esto proporciona datos electrónicos como ventas, niveles de stock, etc. A continuación, el proveedor es responsable de la planificación de stocks y de la entrega de artículos. También genera la orden o pedido de compra. Las principales ventajas son tamaños de lote más baratos y bajos niveles de stock en el cliente.

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